martes, 22 de abril de 2014

Kuan Yu, El Guerrero Inmortal.

Símbolo de la integridad, la rectitud y la honestidad,  patrono de las Artes Marciales. Un gran maestro en la caballería y prácticamente reconocido con el mote de "Dios de la Guerra" o como el "Buda de la Guerra"
Los chinos llaman a Kuan Kung Dios de la Guerra y de la Riqueza. Al colocar la imagen de Kuan Kung en la casa o lugar de trabajo se invitan a poderosas energías a que protejan estos lugares. Simboliza la paz y la armonía, aporta protección al patriarca y prosperidad a todos los miembros de la casa o el negocio. Su figura se debe colocar al Noroeste de la casa o salón y mirar hacia la puerta de entrada colocándolo en alto para que vigile todo el lugar.
Ampliamente venerado en las comunidades de origen chino se le considera uno de los más poderosos. También se le conoce como el General Kuan, Kuan Ti, Kuan Yu, o Wu Ti.

Fuera del ambito religioso, este personaje fue real y  en vida un gran guerrero. Su historia se encuentra narrada como registro épico singular en una de las obras clásicas de la literatura china: El Romance de los Tres Reinos. Kuan Kung, cuyo nombre real era Kuan Yu, nació en 162 en lo que es actualmente la provincia de Shansi, China continental. Murió en el año 220, a la edad de 58 años, decapitado por no querer unirse a las tropas del enemigo que lo había capturado. Fue uno de los mejores guerreros de los Tres Reinos. Bien preparado en la administración y preparación tanto de ciudades como de ejércitos.
De niño, fue criado y educado por su madre, quien le inculcó el verdadero sentido de la justicia. Cuando era joven, salió en defensa de unos campesinos humildes que eran explotados por un noble corrupto y poderoso. Kuan Kung mató al malvado funcionario y tuvo que huir de su pueblo natal. Se dedicó a diversos empleos temporales para poder subsistir. Cierto día, se encontró con dos jóvenes que estaban desterrados como él. Ellos eran Liu Pei y Chang Fei. Reunidos una tarde en un huerto de melocotones, los tres jóvenes sellaron un pacto de hermandad eterna, jurando que sólo la muerte los separaría.
"Aunque nacidos en días distintos juramos morir juntos en el mismo día del mismo mes del mismo año."
En las postrimerías de la dinastía Han, se produjo una rebelión encabezada por un grupo conocido como los "pañuelos amarillos". Los tres hermanos de pacto acudieron al llamado del monarca para suprimir la revuelta y defender el reino. Ellos organizaron una compañía de 300 hombres que se destacó en la lucha contra los rebeldes, causando finalmente su derrota.
Sirvieron bajo varios señores y patrones, ganando una fama cada vez mayor. Sus lazos de lealtad y hermandad fueron puestos a prueba cuando se rebelaron en contra de Tsao Tsao, un ambicioso general que tenía planes siniestros para usurpar el trono de los Han.
Liu Pei tenía nexos con la familia real, por lo que Kuan Kung y Chang Fei se integraron en las filas del Emperador de los Han para luchar en contra de Tsao Tsao. El general rebelde había escuchado acerca de la capacidad marcial de Kuan Kung y diseñó una estratagema para capturarlo. Tsao Tsao estaba interesado en contratar a Kuan como general de sus tropas para luchar en contra del monarca. 

Al tenerlo como prisionero, Tsao Tsao prometió a Kuan Kung que no sería ejecutado si se unía a su bando. Kuan Kung declaró que no se rendiría y prefería la muerte a la traición. Tras muchos ofrecimientos, el gran guerrero dijo que aceptaría las condiciones de su captor si se le asegurase que Liu Pei seguía vivo y le permitiera ir a verlo. Tsao Tsao aceptó y trató de usar todos los medios posibles para comprometer la virtud de Kuan Kung. Le ofreció la esposa y concubinas de Liu Pei, que había logrado capturar; pero Kuan Kung rehusó aceptar la oferta. Posteriormente, le puso al frente sedas finas, oro, bellas mujeres y grandes extensiones de terreno; sin lograr impresionar o comprometer a nuestro héroe. Al conocer que Liu Pei seguía vivo, Kuan Kung rescata su caballo y salva la familia de Liu Pei, luchando valientemente hasta reunirse con su hermano de pacto.
Este nivel de lealtad e integridad ha hecho que Kuan Kung sobresalga entre los otros guerreros. Por esa razón, ha sido considerado desde entonces como "Dios de la Guerra".
Hasta el día de hoy, es común ver cuadros de los tres hermanos de pacto, con Kuan Kung sentado en el medio, en muchos hogares chinos. También se suele colocar este cuadro en la entrada de muchas escuelas de artes marciales chinas.
En el pintoresco pueblo de Yuncheng, en la provincia de Shansi, China continental, se encuentra el famoso Templo de Kuan Ti (Guandi), que fue construido durante la dinastía Sung (960-1279). En un altar oscurecido por el humo de incienso acumulado a través de los siglos se encuentra una de las estatuas más antiguas de la deidad. Allí también se encuentra una antigua armería donde según la tradición oral están depositadas las armas legendarias que usó Kuan Kung en su vida mortal.

Este templo fue asediado por los guardias rojos en 1966, en pleno apogeo de la Revolución Cultural, pero sus encargados se encerraron dentro de sus altos muros y gruesos portones. Los comunistas impusieron un sitio de tres meses, pero no pudieron lograr que sus defensores se entregaran. Finalmente, desistieron de la idea y se fueron a otros sitios para seguir con su acción vandálica. Actualmente, es el templo antiguo mejor conservado en toda la provincia. Su supervivencia se debe a la solidaridad del pueblo en Yuncheng, cuyos miembros hicieron turnos para arrojar bolsas de comida a través de los altos muros a los defensores durante las noches. Pero, los campesinos del lugar atribuyen el hecho a un milagro del dios protector de su pueblo.
Existen muchos templos dedicados a Kuan Kung, en el norte de Taiwan, el más conocido es el Templo Hsing Tien, ubicado en uno de los sectores más concurridos de la ciudad de Taipei.
El templo, con una majestuosa arquitectura y porte imponente, es famoso durante las festividades del Año Nuevo lunar, cuando se cierran sus puertas en la víspera del Día de Año Nuevo, volviendo a abrirlas al sonar las doce de la medianoche de ese día. La gente se aglomera en la entrada con incienso encendido en sus manos. La tradición prescribe que los primeros en colocar el incienso en el templo tendrán buena suerte durante todo el año. En el natalicio de la deidad, acuden gran cantidad de peregrinos y se realizan rituales tales como la "nominación del anfitrión", que va acompañada con actuaciones de títeres de mano y ópera taiwanesa.
Existen dos versiones de la imagen de Kuan Kung, una sentada y otra de pie sosteniendo una alabarda. Su característica sobresaliente es la cara roja que tiene la deidad.
 
La imagen sentada muestra al guerrero-dios descansando y leyendo un libro. Generalmente se usa para el culto doméstico, debido a que denota tranquilidad y armonía.
La versión parada es un Kuan Kung blandiendo una alabarda, mientras acaricia su larga barba o apunta con sus dedos en gesto de amonestación. Esta imagen la usan los uniformados o comerciantes, ya que denota bravura y determinación.  En Latinoamérica, los templos son generalmente conocidos como el  "templo chino", y muchas veces son simplemente altares construidos dentro de la sede de las asociaciones o colonias chinas en esos países.
 
En estos templos, por lo general, se veneran a Kuan Kung y a Kuan-ying, la diosa de la misericordia. Esta última es una deidad budista, dentro del actual sincretismo religioso es una manera de representar la dualidad del ying yang en la vida.