jueves, 10 de julio de 2014

Un buen instructor

No importa la actividad, estos conceptos aplican muy bien para cualquier persona que se toma enserio el trabajo de ser un buen instructor.
 
El objetivo de cada estudiante es aprender, sin embargo aun hay un gran número de "instructores" dedicando demasiado tiempo y esfuerzo en vanagloriarse de sus logros, de sus conocimientos y teorías únicas.
Para ser un buen instructor hay que darse cuenta que no basta con ser muy  “bueno” en uno mismo, es esencial saber cómo enseñar, no solo dar clase. Hay que utilizar el tiempo en mejorar los métodos de enseñanza,  el desempeño de un instructor profesional, está sujeto a una serie de circunstancias y requerimientos. El grado de éxito dependerá de que el instructor reúna ciertos requisitos como los siguientes:
  • Querer: Es condición vital tener deseos de compartir con otros nuestros conocimientos y experiencias, debemos gozar con el desempeño de la actividad y no solo de la recompensa económica de la misma.
  • Saber: Es un hecho sabido, nadie puede brindarte lo que no tiene, no se puede enseñar lo que no se sabe. El dominio del tema que vas a enseñar debe ser mayor que lo que se espera que se enseñes.
  • Saber cómo: Conocer y dominar tu técnica te da la garantía de saber comunicarla, puedes ser un “excelente” instructor porque diario das clase, sudas y haces cientos de repeticiones de un ejercicio y tema, pero puedes ser un pésimo expositor del mismo. Tienes que estar pendiente en todo momento de los mensajes no verbales de los  alumnos, estos te brindan información sobre el grado en que estas realizando tu clase y comunicación.
  • Saber  comunicar: Es importante recalcar que necesitas saber comunicar hábilmente a tu grupo tus ideas. Y lo que es más importante: “Trasmitir imágenes, más que conceptos“. A las personas les resulta difícil retener y comprender los conceptos en términos abstractos, en cambio las imágenes son contenidos que fácilmente retenemos, memorizamos y significamos.
Estos son algunos elementos para comunicarse:
ü  Saber escuchar
ü  Escuchar con atención cuando el alumno pregunta
ü  Contestar de manera completa y concreta, si no se tiene la respuesta…Investigar
ü  Sembrar inquietudes para estimular al alumno
ü  Tener empatía, no solo simpatía
ü  Dar y recibir información
ü  Callar si no se tiene nada bueno que decir
Tienes que ser flexible: Recuerda un instructor profesional siempre prepara sus sesiones, de ninguna forma improvises. Planea tus sesiones, tus tiempos y ejercicios. Utiliza una libreta y anota combinaciones de ejercicios y técnicas que te sirvan como guía para tu clase.
Habrá ocasiones en que tengas que realizar ajustes a tu programa a tus planes del día. Se consecuente y flexible para realizar dichos ajustes. Ser flexible no significa “Cambiar por Cambiar”.
LA VOZ COMO RECURSO
Uno de los recursos más importantes con los que debes contar es la voz, sin ella te será difícil expresar claramente tus ideas.
Dicción: Claridad y precisión en los conceptos. Es necesario que hables con claridad, soltura y firmeza. Hablar a un ritmo que la pronunciación de las palabras sean claras.
Volumen: Controla el tono para hacer énfasis en algunas situaciones o conceptos.
Modulación: Dar la entonación adecuada; la modulación debe de ser acorde a tus ideas y conceptos. De esta manera darás mayor énfasis a tus mensajes. No todo es PUM!!, CUAZ!! POW!!
 

 COMPORTAMIENTO
Todo instructor tiene la responsabilidad ante el grupo, el entusiasmo que muestres al cumplir con tus actividades, la seguridad, tus conocimientos, la confianza que inspires, el interés que pongas por ayudar a tus alumnos, tu personalidad, ademanes, postura  y disposición serán factores determinantes para conducir una clase con éxito.

Algunas recomendaciones que he aprendido de mis Maestros y que pueden ayudarte en la conducción de la enseñanza:

v  Inicia puntualmente tus sesiones. A nadie le gusta que desperdicien su tiempo.
v  Cuida tu presentación personal  sin exagerar. No eres un muñeco de pastel.
v  Pon especial atención y cuidado en tu limpieza personal. No por estar enseñando te permitas oler a recaudería de mercado.

 

v  Mantén  una actitud de respeto y autenticidad con el grupo. Date tiempo para relajar la tensión con tus alumnos.
v  Evita actitudes de superioridad. No andes por el salón “rumiando” y pavoneándote de lo que sabes.
v  Orienta y convence, nunca impongas, ya que tu papel  es ser el facilitador del aprendizaje.
v  Dirige tu atención a todos.
v  Brinda a todos la misma oportunidad de entrenar contigo.
v  Se honesto, sincero y congruente con lo que dices.
v  La hipocresía suele disfrazarse de interés evítala.


Seguir al pie de la letra esta teoría es duro, arduo y difícil, somos seres humanos y como tales cometemos errores, sin embargo hagamos un esfuerzo mayúsculo para ser buenos instructores, porque no se puede ser

y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto.