viernes, 25 de junio de 2010

WING CHUN ARTE CIENTIFICO DE LA AUTODEFENSA


Por Guillermo García Salmorán
Artículo publicado en la revista "Cinta Negra", abril de 2010

De los más de doscientos estilos que tiene el Wu-Shu, mejor conocido como Kung-Fu en Occidente, el Wing-Chun pertenece a los del “boxeo sureño” y es el más famoso de toda China. Su fama, quizá, se deba a que está comprobado y considerado como un sistema efectivo de pelea. Sin embargo, el Wing-Chun es mucho más que un arte devastador de combate, su filosofía enseña que los mismos principios aprendidos durante la práctica y el entrenamiento se apliquen a la vida para ser mejores seres humanos, ya que la mayoría de las veces nuestro peor enemigo somos nosotros mismos. Es importante saber defenderse o pelear, pero no para presumir ante los demás sino para proteger nuestra integridad o la de nuestros seres queridos, en caso de peligro. El Wing-Chun no es un juego, es un arte que bien aplicado puede causar daño a la persona que nos quisiera agredir.

Profundidad
Muchas personas están más interesadas y pierden su tiempo en investigar si el Wing-Chun en realidad fue creado por una monja en el Templo Shaolin, que en aprender y asimilar los principios y conceptos funcionales e idóneos del estilo para el combate real. Como dijera el maestro Leung-Ting: “Lo más importante en el Wing-Chun no es el movimiento, sino el concepto que hay en él”. Si no se dominan los conceptos, los cuales se podría decir que son la teoría, o sea, el conocimiento no se podrá realizar la práctica de forma adecuada, es decir, no habrá acción y sin ésta el conocimiento no sirve, porque es éste el que desarrolla el arte. Además, si no se cuenta con un buen maestro que en realidad quiera transmitir sus conocimientos, el alumno no aprenderá ni sabrá lo que está haciendo, es como caminar en un desierto durante años sin saber qué ruta seguir, lo más seguro es que uno acabe perdido.

Para que un arte marcial se vuelva efectivo, es necesario que el practicante tenga una actitud positiva; la mentalidad en cualquier área de la vida es transcendental para triunfar y en las disciplinas marciales también eso cuenta. El Wing-Chun es un estilo que aplica conceptos científicos para la pelea real; por ejemplo, su característico golpe recto dirigido a la línea central del adversario. Este golpe no es necesario sacarlo desde la cintura o echarlo para atrás para poder lanzar un puñetazo, ¡no! Simplemente puede salir cerca del plexo solar, en línea recta, al área central del oponente. ¿Por qué? Porque la distancia más corta entre dos puntos es una línea recta, ¿o no? Otro concepto muy importante es la suavidad y fluidez. Si no se está relajado y se fluye como el agua, no se podrá desarrollar las técnicas de manera efectiva a la hora de un combate.

Otro aspecto a considerar en este arte es el Chi-Sao, un “juego de manos” que su principal función es desarrollar la sensibilidad y pulir las técnicas, aunque en realidad no representa la pelea libre sí es un ejercicio quinésico muy útil en el Wing-Chun, puesto que se suele juzgar la habilidad del practicante con el Chi-Sao, y no con técnicas preestablecidas o formas a mano vacía. Este ejercicio también ayuda a que si un primer puñetazo falla o es bloqueado, inmediatamente se puede convertir en un golpe de palma dirigido a la garganta u otra área del cuerpo, o en un atrape de manos que puede desconcertar al rival. ¡Sorprendente!